Aplicación de la educomunicación.

El hombre ha ido evolucionando y sobreviviendo, caracterizándose de entre los demás seres vivos por su capacidad de transmitir su conocimiento, es decir, por la capacidad de enseñar y comunicar. Siempre hemos podido enseñar y también comunicar, pero el fin primordial de unir estos dos elementos es el de aplicarlo como un medio de relación consiente, racional y cooperativo, en la que los sujetos involucrados no solo tengan una interacción sino una convivencia basada en el respeto y la tolerancia.
El buen manejo al conjugar estos elementos (educomunicación) como una herramienta versátil e imprescindible ayudará como aporte al desarrollo de las relaciones en todos los aspectos de la vida social y se proyectará con todo su potencial en beneficio del ser humano. El involucrar a la educación y la comunicación, es dar un paso gigantesco para poder fortalecer a la sociedad y encontrar nuevos formas de convivencia más integrales y armónicas.
Lamentablemente en la actualidad, existen grandes potencias económicas y políticas que no les interesa que la sociedad se desarrolle en comunidad, es así que atacan directamente a la esencia del hombre; a su derecho de aprender y de comunicar.
Esto ha dado paso a que las sociedades se conviertan en organismos caóticos donde la libertad y el respeto sea cosa del pasado, la cultura poco a poco haya desaparecido y los intereses se hayan hecho más superficiales y materialistas. Las nuevos “órdenes” sociales nos han llevado a un estado individualista donde el aparecimiento de una supuesta “mejor vida” ha hecho que las personas vayan perdiendo su identidad; esta nueva forma de vida afecta a los individuos en todo sentido. Sin duda todos estos hechos que están ocurriendo han conseguido que la comunicación desaparezca y los procesos de educación y aprendizaje se hayan visto claramente afectados.
Por último nosotros como futuros comunicadores y educomunicadores debemos y tenemos que proteger la esencia de la comunicación, no convertir a los medios de comunicación como armas de manipulación hegemonía, sino utilizarlos como herramientas, que nos servirán para construir una sociedad productora de cultura y de verdaderas políticas democráticas, respetando los principios de comunicación, es decir valorando a cada uno de los sujetos como fuentes de enriquecimiento intelectual.